El GRUMIR crucificado

La Voz de Galicia, 20/10/2006

Miembros del Grumir de O Grove denuncian que el Concello les impone tareas que no les corresponden.

Aunque pueda parecerlo, el servicio del Grumir de O Grove no es una balsa de aceite. Los quince integrantes de ese equipo, asegura uno de ellos, están sometidos a una fuerte presión por parte de la concejalía de Seguridade Cidadán y la alcaldía. Con la edila Ana Isabel Domínguez y con Miguel Ángel Pérez se entrevistaron los trabajadores hace unos días para exigir una serie de mejoras en sus condiciones laborales. No lograron nada. «Sólo amenazas y nada más que amenazas», decía ayer David Magdalena, el agente que destapó lo que calificó como «una situación insostenible».La lista de agravios que padecen los agentes es, según Magdalena, interminable. En primer lugar, los trabajadores no disponen de los medios necesarios para cumplir un trabajo que los obliga, en muchas ocasiones, a poner en riesgo su vida. Pone un ejemplo claro: «Temos catro cascos, catro cubrepantalóns e catro chaquetóns para os quince que somos. E estamos falando dun material que debería ser persoal».Pero a la falta de medios se suman otras circunstancias igual de graves. Como por ejemplo, «que se utiliza ao Grumir para realizar todo tipo de servizos que non nos competen a nós». Según relata Magdalena, en lugar de estar pendiente de los sucesos, los agentes de emergencias y sus vehículos tienen que movilizarse para «ir sacar fotos aos actos que organizan as concellerías de Ana Isabel Domínguez, pegar carteis deses actos, e mesmo notificar aos concelleiros».Cuando la plantilla del Grumir se entrevistó con la edila de Seguridad y con el alcalde, no lograron nada: «Dixéronnos que non había cartos para os equipos que fan falta», explica David Magdalena. Sobre las tareas extra no obtuvieron respuesta alguna; «Únicamente amenazas, amenazas e amenazas».