Castigado sin salir del garaje

El Concello de O Grove levantó una tapia frente al garaje de un vecino, con el que mantiene un litigio, impidiéndole de este modo usar su automóvil.

CUANDO el grovense Ramón Garrido salió a primera hora de ayer para acudir a su cita con el cardiólogo no podía imaginar lo que se encontraría al llegar a su garaje. La verja de entrada apareció tapiada por varias filas de ladrillo que le obligaron a dejar su coche aparcado y a cancelar su consulta en Pontevedra. La explicación hay que buscarla en unas obras de asfaltado que se están realizando en el camino que discurre ante la propiedad de Garrido Otero.La entrada hacia su garaje se encuentra a un nivel inferior al de la calzada, así que el Concello de O Grove, que había fracasado al tratar de cerrar un acuerdo con el hombre, optó por tomar el camino más bravo y ordenó una nivelación total para concluir la pavimentación. Y ello, claro, implicaba cegar la salida de la familia Garrido. La reacción no se hizo esperar y los hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil. El asunto llegó a oídos del BNG, que inmediatamente habló de «prevaricación» y «coacción» por parte del alcalde. El revuelo fue tal que el regidor, el popular Miguel Pérez, visitó el lugar en persona y, arrepentido, dio la instrucción de retirar la tapia. Sin dejar de advertir, eso sí, que la obra se terminará. A ver cómo.